Vivimos en una época de auge digital en la que los ciberataques son cada vez más comunes, siendo la suplantación de identidad, el método de ataque más utilizado sobre todo a partir del conocido phishing, además de otros como ransomware o malware. Esto afecta directamente a las pymes ya que son los negocios más vulnerables, al con contar en la mayoría de casos con la suficiente seguridad y formación en protección de datos, convirtiéndose así, en el objetivo de muchos atacantes.
¿Qué podemos hacer para evitar estos ataques?
- Implementar y mantener actualizadas las políticas de ciberseguridad para tener unos protocolos de actuación ante los ataques.
- Instalar cortafuegos y antivirus para detener y bloquear los accesos no autorizados.
- Acceder únicamente a la información de la empresa desde ordenadores o móviles tengan la configuración adecuada y estén protegidos.
- Siempre que se pueda proteger las credenciales y tener datos de acceso privados.
- Nunca dejar a la vista las claves personales, ni siquiera en el espacio de trabajo.
- No mantener conversaciones confidenciales sobre la empresa delante de terceros, aunque sean clientes o proveedores de confianza.
- Tener el espacio de trabajo libre de información sensible a la vista (por ejemplo, bloquear el ordenador cuando no estamos presentes en nuestra mesa).
- Realizar copias de seguridad de todos los archivos, asegurar y encriptar la información y los dispositivos extraíbles que contengan información sensible.